~ El Ama de Casa y el Sumo Sacerdote ~


       
- El ama de casa y el sumo sacerdote

El ama de casa y el Sumo Sacerdote

Generalmente cuando a una mujer casada se le hace la clásica pregunta: “Y tú, a qué te dedicas? ” la respuesta más común es: “mm… soy… ama de casa” pero eso acompañado de una cara avergonzada o con temor de sentirse subordinada en la sociedad en la que vive. Y ¿por qué será que  a la mayoría de las mujeres les parece que ser ama de casa no llega ni a profesión, o lo sienten muy por debajo de las demás? Creen que ser empresaria o doctora o cualquier otra cosa es digno de admiración, pero ser ama de casa es algo muy…simple.

Todo esto se ha venido dando mucho en nuestra sociedad desde hace alrededor de 162 años (aproximadamente desde el 1848) con la llegada del famoso “feminismo”, donde se ha luchado por lograr una “igualdad” entre el hombre y la mujer en todos los aspectos. Todas hemos oído hablar de esto, pero ¿Por qué sucedió esto?, realmente ¿cuál es el origen?. Es verdad que a la mujer se le ha dado un trato inferior por hombres con cierta mentalidad machista, dejando a la mujer de último lugar en todo, sin derechos a muchas cosas y degradando su función en nuestra sociedad, pero es importante resaltar que eso se ha dado en donde no hay instrucción ni temor del Creador. El feminismo ha hecho ver la labor de una mujer en su hogar como algo “inferior”, a tal grado que ha llevado a la mujer de “de hoy” a decidir tener dos carreras en vez de una, antes una mujer era feliz desempeñando la carrera de cuidadora de su hogar, atendiendo a su esposo, desvelándose con sus hijos cuando están bebés, educándoles e instruyéndoles siendo ella la principal responsable de su desarrollo incluso intelectual, cuidándoles en enfermedades, decorando y aseando su hogar, invirtiendo tiempo en cocinarles lo que más les gusta, y muchas cosas mas, pero ahora, es mejor contratar una señora que haga las labores domésticas, a veces que cocine, o mejor comprar comida semi-cocida, una niñera, o  una guardería de 7 horas al día donde le enseñen al niño a comer solo, ir al baño solo, o avisar, hablar…bueno.. ya sabemos en qué consiste nuestro mundo moderno de hoy. Además, ¿por qué las mujeres prefieren estudiar una carrera que permanecer dedicadas a su hogar? Y aquí está precisamente lo que avivó el movimiento feminista en todo el mundo, y es que a las amas de casa se les hace menos por la sencilla razón de que lo que ellas hacen no es trascendental para la sociedad, no aportan mucho, por eso es que ser ama de casa no se cuenta como oficio, y por lo tanto no tiene remuneración, porque no aporta a la economía. Lo que mide hoy en día el valor de algo es la cantidad de dinero que produce. Si una mujer gana dinero aportando algo a la sociedad se le considera profesionista, pero si solo está en su casa es una simple mujer de hogar, y como su labor no trae consigo remuneración entonces se convierte en algo de menos valor. Además, hoy en día lo más normal y común es que los niños sean enviados a las escuelas a recibir educación, sin embargo esto también por siglos ha sido parte del papel tanto del padre como de la madre en el hogar, mayoritariamente de la mujer que es la que pasa más tiempo en casa.

A lo largo de los siglos la humanidad ha visto la necesidad de moldear la mente del hombre con el conocimiento necesario para lograr una vida civilizada y en armonía. En las culturas más importantes de la humanidad se han implementado diversas maneras de lograr una civilización culta y capaz de enfrentar los diferentes ámbitos de la vida humana.

Para logar esa armonía y desarrollo integral en los seres humanos ha sido necesario un recurso invalorable que ha hecho posible el desarrollo de la humanidad a través de la historia, y es: LA EDUCACIÓN. En las culturas antiguas como la Egipcia, la Babilónica, la China, la India, la Griega y la Romana se han implementado diversas maneras de educar a los nuevos integrantes de cada sociedad. Lo que cada cultura logró desarrollar ha influido hasta nuestros días. Sin embargo, con el paso de los siglos hubo muchos hombres con distintos intereses que fueron reformando y reestructurando la manera de proveer el conocimiento y sabiduría necesarios.

A comienzos del siglo XX la actividad educativa se vio muy influida por los escritos de una mujer feminista y educadora sueca llamada Ellen Key, nacida bajo un ambiente de liberalismo y la masonería. En el 1900 escribió un libro llamado “El siglo de los niños” en el que promueve centrar la educación en la infancia convirtiéndose en la inspiración para educadores de muchos países. Así que lo que conocemos hoy como Escuelas tienen apenas poco mas de un siglo. La educación obligatoria en occidente se implementó a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII. En Estados Unidos fue hasta 1852 cuando se estableció un verdadero "sistema moderno de educación obligatoria estatal". Pero en 1912 se afirmó que los previos 20 años la educación masiva en Estados Unidos había sido un fracaso y los padres preguntaban cómo podían educar a sus hijos en casa. A comienzos de los 70s se cuestionó la eficacia de la educación obligatoria y por ello muchos padres decidieron aprender nuevamente a educar a sus hijos en casa.

Lo que no se sabe a cerca del origen de las instituciones de educación y el origen del movimiento feminista es que detrás de eso hay gente e intereses que no son precisamente la evolución de la humanidad, sino todo lo contrario, el control sobre la misma.

El feminismo es un movimiento creado por grupos secretos como los masones con el propósito nada menos que de controlar a la sociedad como siempre ha sido su intención tomando partido en todos los ámbitos de la sociedad como las artes, música, cine, teatro etc y también en la política y en todo ambiente donde se mueve y desarrolla el ser humano. Es por eso que lo que vemos, escuchamos o sabemos es justo lo que éste grupo de personas líderes “ocultos” del mundo quieren que nosotros recibamos como información, y no la realidad: que estamos inmersos en un sistema controlado no solo por líderes con ciertos intereses sino por fuerzas ocultas a las que rinden sus servicios a cambio de poder sobre la humanidad.

Hablar de la masonería, los iluminatis y la élite mundial sería un tema demasiado extenso que no nos compete precisamente en este momento, sin embargo, es necesario saber que éste grupo de personas tienen como propósito controlar toda la vida del ser humano y lamentablemente nosotras como creyentes estamos expuestas a eso. El Mesías dijo que nosotros los creyentes no somos de éste mundo, aunque estamos en este mundo (Juan 15:19) y que en éste mundo tendremos aflicción (Juan 16:33) pero él ya ha vencido al mundo, ahora nosotros también podemos vencer si permanecemos en él. Ahora, éste mundo tiene sus líderes, estos líderes tienen sus intereses, y estos intereses no tienen parte con nosotros, no si somos del Señor.

Estos líderes a los que me refiero son los que han creado todo el sistema que conocemos hoy en día, instituciones, leyes, costumbres, incluso problemas mundiales, guerras, controlan la economía, dicen qué presidente entra y cual sale, en fin, todo está bajo su control, pero solo las cosas de éste mundo, pero las cosas celestiales son para nosotros los creyentes en la Biblia y en el Mesías que reina y gobierna sobre nosotros.

Cabe mencionar que lo masones, creadores del feminismo son en realidad adoradores de Lucifer. El querub que quiso ser como el Creador y fue arrojado al abismo por su rebeldía. La rebeldía al Creador es lo que caracteriza al luciferianismo, teniendo como primer mandamiento en la “biblia” satánica “HAZ LO QUE QUIERAS” moldeando a las mentes a vivir en rebeldía ante el Creador y llevando sus almas a la perdición. Analicemos nuestra actualidad, todo va encaminado a la anarquía.

Aquí vemos los dos principales motivos por los cuales se inventó el feminismo. Antes un hombre podía sostener su hogar tranquilamente él solo, pero era sólo él quien debía declarar impuestos siendo el que percibe, así que como dijo Rockefeller, al gobierno mundial le interesa que la otra mitad de la población también sea contribuyente. El otro pájaro que se mata es la educación de los hijos en manos del gobierno. El concepto 'educación' denota los métodos por los que una sociedad mantiene sus conocimientos, cultura y valores y afecta a los aspectos físicos, mentales, emocionales, morales y sociales de la persona. Como vimos al principio, siglos atrás la educación de los hijos era responsabilidad primaria de los padres habiendo maestros especializados en diversas áreas como apoyo o complemento en la educación de los hijos. Ahora podemos entender por qué hoy en día es tan difícil santificar a nuestros hijos que asisten a las escuelas. Ahí obtienen la influencia en todos los aspectos que mencionamos. Físicos, mentales, emocionales, morales y sociales. Ahí aprenden la ideología del mundo secular que no está en armonía con la Escritura.

Bueno pues todo esto tiene que ver con el feminismo, ya que éste movimiento nació en la masonería con la intención de dividir a la familia, el núcleo de la sociedad.

Por todo esto vemos que la mujer de hoy no se ve casada y realizada en su hogar, sino como una profesionista exitosa o sobresaliente. Desde hace unos años hemos visto mujeres que desisten de la idea materna u hogareña por una en oficina o reconocimientos humanos, sin pensar primordialmente en la educación de sus hijos. Sin embargo hay algo que quisiera dejar en claro. No es rotundamente malo que una mujer desee estudiar o trabajar ya que eso muchas veces es necesario, lo malo es que la mujer por desconocer su papel se desenfoque de él por atender sus ambiciones. Una mujer que conoce su lugar sabe que no puede dar prioridad a un trabajo o estudios que a cumplir con su rol de mujer como madre y esposa, que la educación de los hijos depende primordialmente de los padres y el sustento que el Creador envía a través del esposo puede suplir toda necesidad.

Por eso, las mujeres decidieron salir de sus hogares y buscar ocupar cierto “status” en la sociedad, y ahora ya las ven por lo que hacen (lo que les da $) y no por lo que son. De la misma manera, las mujeres prefieren ocupar el 80 % de sus vidas en su profesión, denigran subestiman a las que han decidido vivir su función como mujeres de hogar, y al final de cuentas, las profesionistas terminan deseando vivir como las amas de casa, una mujer nunca estará más feliz que sirviendo en su propio hogar y en segundo lugar a la sociedad en alguna labor específica, ya que no queremos decir que sea malo tener una profesión, puede ser algo benéfico siempre y cuando no le quite tiempo, interés y dedicación a lo que debería ser nuestra prioridad que es ser ama de casa. Lo preocupante del asunto no es que haya gente que crea todo esto del feminismo como algo “necesario”, realmente lo triste está en que se haya infiltrado esta creencia dentro de los lugares donde se estudian las Escrituras, las cuales nos dicen quiénes somos como mujeres, cuál es nuestro papel, nuestros diferentes roles y el propósito del Eterno en nuestras vidas como creyentes individuales.  Es por eso que hoy en día es muy necesario difundir la educación Bíblica para la mujer. Esperamos este estudio pueda ser de estímulo y ayuda para toda mujer que desee vivir conforme ha sido llamada por el Creador en Su Palabra.

Entonces, la famosa “Igualdad” entre los dos sexos ¿es correcta? Y más aún ¿será Bíblica?, y la respuesta es NO ante la sociedad y mundo en que vivimos. Delante del Eterno es diferente. El no tiene preferencias o distinciones entre un hombre o una mujer. El ve al alma no al sexo de la misma, cuando El decide enviar al mundo un alma se materializa tomando una forma humana y le da un propósito, una misión, dones y lo dota de características específicas y especiales para llevar a cabo su papel en este mundo, pero ante el Eterno esa persona sigue siendo un ser que El no trata de manera especial por ser hombre o por ser mujer, sino que lo trata como lo hace con todo aquel que ha sido llamado a ser Suyo. Es por eso que la Toráh es para todos y a todos aplica por igual, con algunas excepciones en preceptos que han sido específicamente ordenados a hombres, a mujeres, a padres, a hijos, a levitas etc. Pero al final de cuentas todo es para lograr un equilibrio como creyentes pertenecientes a un cuerpo, que es el pueblo elegido por el Creador.

El hombre y la mujer en sus papeles dentro de la sociedad no son y no deben ser iguales, si no ya no se lograría armonía para cumplir un propósito en común. Es muy  cierto que la mujer es muy capaz de hacer lo mismo que el hombre, en oficios, en el hogar, o en la comunidad, pero sencillamente siendo uno (la mujer) el complemento del otro (el hombre) deben jugar dos papeles diferentes para lograr un equilibrio. Para entenderlo más detalladamente tenemos que conocer nuestros orígenes, es decir cómo, para qué y por qué fuimos creados, tanto hombres como mujeres. De ello hemos hablado más ampliamente en el estudio de Javah donde se explica la naturaleza, tanto de ella como de Adam, sus roles y sus características. Así que por ahora ahondaremos en uno de los roles más comunes de la mujer y menos entendidos de todos.

Ama de Casa en hebreo es Akeret habait  תיבה תרקע, y para lograr una mejor comprensión de la labor de una mujer en su hogar lo analizaremos a través del ministerio del sumo sacerdote en el templo (o en el tabernáculo anterior al templo). Seguramente algunas podrán estarse preguntando, ¿Qué tiene que ver la labor del sumo sacerdote con la de una mujer en su casa?, y la respuesta sería: Todo! Cada detalle del ministerio del sumo sacerdote es una sombra del ministerio de una mujer en su hogar.

El sumo sacerdote en tiempos del tabernáculo o del templo en Jerusalén era quien más trabajaba, a pesar de que había muchos levitas que participaban y tenían diferentes cargos, el sumo sacerdote no solo hacía diferentes cosas, cada cosa era las de mayor peso a la hora de presentarse como intermediario entre el pueblo y el Eterno.

La mayoría de las funciones del sumo sacerdote (en hebreo Cohen  hagadol) en el templo consistían en limpiar, sacrificar y ofrecer, el sacrificaba animales, los preparaba para la ofrenda, juntaba la sangre para rociarla en ocasiones como Iom hakipurim (día de las expiaciones Lev 23:27), limpiaba sangre, hacía ofrendas de incienso, de harina, o de las primicias e la cebada, entre muchas otras cosas. Si lo vemos “lógicamente”, el trabajo del Cohen hagadol era de los mas “sucios”, por las cuestiones de la sangre, examinar los animales, encender carbones, o en cuanto a personas se refiere, era el sumo sacerdote quien revisaba a los leprosos y los declaraba limpios o inmundos. Pero todo lo que hacía era considerado sagrado tanto para él, como para el pueblo y para el Eterno. Aquí encontramos la mayor similitud entre el sumo sacerdote y el ama de casa. Primero que nada la labor debe ser considerada algo santo porque se hace para el Eterno, y el Eterno lo ve así. Una de las responsabilidades de la mujer es la limpieza del hogar, y es a lo que mayormente se le toma en poco. Una diferencia entre una profesionista y un ama de casa es que la profesionista estudia para poder trabajar y trabaja para poder adquirir una recompensa monetaria, es decir, es más por interés propio que por deseo. Una persona que estudia leyes no se la pasa toda su vida resolviéndole sus casos a la gente sin recibir nada a cambio, el “ayuda” pero cobra, igual un médico, o un maestro. En cambio, el ama de casa es la todóloga, limpia el hogar, es cocinera, psicóloga y terapeuta de sus hijos, consejera de su esposo, administradora de sus finanzas o de su tiempo, educadora, decoradora de interiores, a veces repara artículos electrónicos, algunas son las secretarias de sus esposos, etc etc etc. Y aún se que se me pasan algunas otras labores que las mujeres desempeñamos en casa, pero lo grandioso está en que lo hacemos voluntariamente, sin esperar nada a cambio, ver los resultados obtenidos por el esfuerzo es más que suficiente. Éste es el valor que la Toráh tiene para nosotras como amas de casa, el sumo sacerdote tampoco hacía su labor por interés, lo hacía por vocación, porque realmente amaba su ministerio. El  principal ministerio  de cada mujer es en su hogar. Como dijimos, la palabra hebrea que se usa para definir ama de casa es Akeret Habait תיבה תרקע, la palabra akeret es el femenino de la palabra hebrea ikar רקי que significa aspecto o figura central, esencia de algo, y la segunda palabra es habait תיבה viene de bet o bait que literalmente significa casa. Esta palabra es la misma que se usa para referirse al templo del Eterno, en hebreo es Bet hamikdash, como dijimos bet es casa u hogar y mikdash es de santidad. Ésta es otra “coincidencia”, la mujer es la protagonista de la labor desarrollada en su casa, por su parte, el sumo sacerdote es el principal encargado de las labores que se realizan en la casa del Eterno, todas estas labores tienen un propósito específico, y es que la presencia del Eterno descendiera de tiempo en tiempo al templo. En el hogar, todo lo que se hace debe ser con el mismo propósito, que nuestra casa esté lista para que día a día la presencia del Eterno pueda habitar en nuestros hogares, y por supuesto todo debe empezar desde nuestro interior. Si nosotras vemos éste ministerio como una aportación de santidad para nuestra familia podemos convertirlo en algo que otros ven como subordinado en algo sagrado. A un hogar donde mora la presencia del Eterno se le determina un mikdash me’at, o sea un santuario en miniatura. Nosotros somos el templo del espíritu del Eterno, El mora en nosotros, y de igual manera que tratamos este templo que es nuestro cuerpo, con tantos cuidados y valor, debemos tratar nuestro hogar como una manera física de expresar lo que tenemos dentro. Especialmente debemos tener esto en mente cada víspera al día de reposo. Y ¿cómo hacemos esto posible? Haciendo de lo mas común y menos agradable algo santo y de mucho valor, sobre todo hacerlo con mucho amor. No solo se trata de barrer, sacudir, limpiar aquí y limpiar allá, que si el baño, la ropa, los niños, cocinar, organizar, lavar, todo esto lo podríamos comparar con las labores del sumo sacerdote en el templo, de los holocaustos una parte era para los levitas, en cuanto a la limpieza, limpiar diariamente la sangre de los atrios, y aún en shabat (día de reposo), el sagrado día de reposo había mucho que hacer, eran dos sacrificios al día lo que se ofrecían, en la mañana y en la tarde, y todo lo que conllevaba. La comida que prepara un ama de casa alimenta a la familia, y los sacrificios que ofrendaba el sumo sacerdote alimenta el alma, al limpiar la casa, pensamos en nuestra familia, que se sientan cómodos al llegar, pero limpiar los atrios es para que todo el templo esté listo y pueda descender la presencia del Eterno en el lugar santísimo, la limpieza del baño (lo que es mas asqueroso para muchas), se puede comparar con la limpieza de la sangre, examinar los animales para los sacrificios, lo que implicaba que el sumo sacerdote oliera a carnicero. También el sumo sacerdote tenía labores de poco refinamiento, pero eran justo esas las que el Eterno aceptaba tan gratamente, el sumo sacerdote nunca se quejaba, ni respingaba, ni cedía lo mas sucio a los levitas principiantes, sino todo lo contrario, el , siendo su labor la de mayor importancia, se humilló siendo el servidor de todos, esto nos recuerda las palabras de Yeshúa cuando dijo: “El que quiera ser el mayor de todos, hágase el menor”, y posterior a estas palabras lavó los pies de sus discípulos, siendo él el maestro, lavó pies sucios de andar en la tierra, por el campo, ampollados, y todo esto lo hizo para mostrar su humildad y amor por los suyos. De la misma manera, una Akeret habait, no por ser el centro del hogar debe portarse por encima de los demás abusando de su posición, mucho menos debe sentirse más de lo que es, porque si bien un ama de casa es la pieza clave del hogar, no es para que usurpe el papel de su esposo como líder y autoridad. La mujer es la responsable de mantener un ambiente de kedushá, (de santidad), de lograr crear un ambiente acogedor, sin pensar en lujos o comodidades innecesarias, simplemente con los recursos que cuenta buscar la manera de crear un hogar digno de poseer santidad. En el hogar la esposa pone las reglas que tienen que ver con su labor, o que la involucran directamente con sus responsabilidades, pero aún con ello es ella quien rinde cuentas al esposo, es éste el orden que ha establecido el Eterno en su instrucción, la Biblia.

Mi deseo es que después de conocer las similitudes entre un ama de casa y el sumo sacerdote pensemos en ello cuando estemos limpiando nuestro hogar o atendiendo las necesidades de nuestra familia pensemos en la dicha que nos dará ver a los nuestros contentos con nuestra labor, demostrándoles nuestro amor a través de los cuidados que tenemos por ellos en nuestro hogar. Ahora que nos pregunten “¿ A qué te dedicas?” podamos responder con una sonrisa en el rostro “Soy ama de casa!” pensando que todo lo que invierto en mi hogar no es pérdida de tiempo, ni una labor inferior a otras, sino mas bien que lo hago para atraer la presencia del Eterno a mi hogar dejando un ejemplo a mi familia de dedicación, diligencia y amor, no sólo por la limpieza sino por la educación que les damos a nuestros hijos en la Toráh, lo cuál es hacer tesoros en los cielos, además siendo de apoyo a nuestro esposo para que su corazón esté confiado en nosotras y pueda cumplir la voluntad del Eterno plenamente.

Existe otro aspecto importante a considerar. Uno de los día en que más nos esmeramos en el aseo de la casa, la comida y la ropa que vestimos es cada víspera de shabat (día de reposo), es decir, cada viernes. Algunas mujeres comenzamos desde que nos levantamos, otras a partir del medio día ya lo dedican a la preparación de nuestra fiesta semanal. Dejar nuestro hogar lo mejor posible, cocinar platillos especiales y usar nuestras mejores ropas son una hermosa manera de adornar el shabat. Todo esto no sólo lo hacemos por que así sea, sino por las implicaciones proféticas que esto conlleva. Una costumbre muy hermosa dentro de la cultura hebrea es encender dos velas que representan las dos aseveraciones que el Eterno dijo respecto al día de reposo: “Shamor veZajor”, guardar y recordar el día de shabat, aunque algunos encienden una vela por cada hijo, o por cada día de la semana de la creación. Hacer esto representa que la mujer como descendiente de Eva, quien una vez apagó la luz de la Toráh al pecar y hacer pecar a su esposo, y como consecuencia a sus descendientes, ahora nosotras debemos encender esa luz, ¿cuál luz? La de la Toráh, hacerlo con velas es solo una manera física de representar ese principio espiritual, pero al prenderlas en nuestro corazón está la convicción de que justo estamos por cumplir un gran mandamiento que es guardar el día de reposo, y de ésta manera terminamos una semana y comenzamos otra encendiendo una luz que nos recuerda que somos la luz primeramente de nuestro hogar, y posteriormente a las naciones. Encender la luz de la Toráh significa cumplir con los mandamientos de nuestro Creador y enseñarlos a otros. Por eso Yeshúa dijo: “De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños,  y así enseñe a los hombres,  muy pequeño será llamado en el reino de los cielos;  mas cualquiera que los haga y los enseñe,  éste será llamado grande en el reino de los cielos” Mat 5:19. Por supuesto los mandamientos de los que hablaba el Mesías eran los que el Eterno dio a Moisés para Su pueblo, así que una de nuestras responsabilidades como figura central del hogar es cuidar que los mandamientos de nuestro Creador se lleven a cabo, y no por imposición sino de corazón. Sabemos que estamos muy próximas a recibir nuestro shabt (reposo) eterno, cuando nuestro mesías nos lleve a la presencia del Creador. Nuestra manera de contribuir a las vísperas de la redención es enseñarles la Toráh a nuestros hijos, y puedan ser ellos un instrumento del Eterno para los tiempos finales. Si eres una mujer que aún no haz abrazado el pacto de la Toráh éste es el tiempo para ti, de reconocer que sólo hay un Elohim (Di-s) verdadero, y que sus mandamientos siguen vigentes, como lo dice “Perpetuamente y para siempre”, y que sólo en el mesías judío Yeshúa podemos obtener la salvación. Y si eres una mujer que ya haz entrado en pacto  y estás consiente de la Toráh, te invito a que reflexiones si verdaderamente haz tenido celo por ella, de cuidar guardar todos sus mandamientos pero con la intensión correcta, no guardarlos solamente, sino hacerlo con alegría y convicción, además de procurar en que en todo momento de nuestra vida tengamos un celo santo y un temor reverente, celo por que Su Toráh se viva de manera plena y no adulterada y temor de quebrantarla contristando a nuestro Creador. Que en todo momento sea nuestra oración y el Eterno nos tome por dignas de ser parte de la restauración gloriosa del tabernáculo caído de la casa de David.

 

Hay una oración que hacemos por nuestra familia cada día de reposo después del encendido tradicional de las velas de shabat, que nos ayuda a recordar lo importante que es nuestro papel en el hogar y más aún nuestras oraciones, les dejo que mediten en ella y les invito a que la hagan cada día de shabat, seguramente avivará su amor por la labor que con tanto esfuerzo hacemos cada viernes. La dejo en hebreo y español, y dice así:

Yehí ratzón milefaneja Adonay  Elohé abotay, shetajús utrajem alay vetagdil jasdejá imadí latet zerá anashim osé retzonejá ve’osekim beTorateja lishmáh. Veyhyú meirím batorá  bizjut nerot hashabat   halalú kemó shekatúb ki ner mitzváh veToráh or, ve gam tajús utrajém al ba’alí (nombre del esposo) vetitén lo órej iamim ushnot jaim im verajáh vehatzlajáh, utzaye’ehu  la’asot retzonejá bishlemut ken iehí ratzón. Vihí no’am Adonay Elohenu alenu uma’asé yadenu konenáalenu uma’asé yadenu konenehu.

Sea Tu voluntad, Eterno, Elohim nuestro y Elohim de mis ancestros que tengas compasión y misericordia de mi y que actúes con gran bondad hacia mí al concederme hijos que cumplan Tu voluntad y se dediquen a Tu Toráh con motivos puros. Que ellos irradien Toráh por el mérito de estas velas de shabat, tal como está escrito: “Pues el precepto es candela y la Toráh es luz”. Y también ten compasión y misericordia de mi esposo (nombre del esposo) y concédele una larga vida y años de paz, con bendición y prosperidad. Y ayúdale a cumplir Tu voluntad con integridad, que así sea tu voluntad.

“Que la dulzura del Eterno esté sobre nosotros. Que Él establezca para nosotros la obra de nuestras manos; que afirme la obra de nuestras manos” (Salmos 90: 17). “Que la expresión de mi boca y la meditación de mi corazón sean aceptables delante de ti oh Eterno, mi Roca y mi Redentor. (Salmos 19:14).


~El Lado Femenino De La Biblia~

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